La permuta inmobiliaria gana terreno en Argentina: cómo funciona y por qué se consolida como alternativa 💼
En un escenario de crédito limitado y variaciones en el dólar, la permuta inmobiliaria se afianza como fórmula práctica para cambiar de vivienda en Argentina: intercambiar propiedades, equilibrar valores y reducir la necesidad de efectivo.

El mercado inmobiliario argentino está demostrando una vez más su capacidad para adaptarse a contextos complejos. En 2025-2026, la figura de la permuta inmobiliaria —intercambio de un inmueble por otro— se consolida como una solución concreta ante la falta de liquidez, de crédito y la inestabilidad económica.
¿Qué es la permuta inmobiliaria y por qué crece?
La permuta es un contrato bilateral en el que dos partes acuerdan intercambiar propiedades sin mediación estricta de financiamiento externo. Si bien siempre existió esta modalidad, su protagonismo se agudizó en el contexto post pandemia, cuando el acceso al crédito fue limitado.
En Argentina, su impulso se explica por tres factores clave: la escasez de préstamos hipotecarios, la falta de liquidez en dólares —moneda de referencia para buena parte del inmueble— y la necesidad de optimizar el uso de los activos existentes.
Formas habituales de permutar
Existen múltiples variantes de esta modalidad:
- Casa por casa o departamento por departamento: dos propietarios intercambian sus inmuebles directamente.
- Permuta + compensación económica: una propiedad tiene mayor valor; la parte de menor valor aporta efectivo para equilibrar la operación.
- Permuta hacia unidades en pozo o desarrollos: alguien entrega un inmueble y recibe a cambio una unidad que se construirá, ganando metros o ubicación, y el desarrollador reduce su desembolso.
¿Por qué optar por una permuta en el escenario actual?
En el panorama argentino, donde la moneda extranjera se revaloriza y los inmuebles enfrentan ajustes, la permuta ofrece ventajas concretas:
- Evita depender exclusivamente del crédito bancario.
- Permite fijar valores de inmuebles en dólares o ajustar la operación sin gran aporte de efectivo.
- En algunos casos, reduce impuestos y gastos notariales frente a dos ventas por separado.
Aspectos legales, fiscales y operativos a tener en cuenta
Aunque la modalidad gane espacio, exige rigurosidad y conocimiento. Algunos elementos relevantes:
- Se requiere escritura pública y profesional notarial.
- Es clave asegurar una tasación precisa para evitar que la operación sea tratada como compraventa, lo cual cambia los impuestos.
- Los gastos —estudio de títulos, certificados, honorarios de escribano— suelen dividirse entre ambas partes.
- En jurisdicciones distintas, la ventaja impositiva de la permuta puede desaparecer y tratarse como dos ventas.
Recomendaciones para concretar una permuta eficaz
Para que la operación avance sin contratiempos, conviene:
- Verificar la documentación de ambos inmuebles: título, planos, expensas y libre deudas.
- Acordar con claridad cuál es la contribución de cada parte y los plazos de entrega.
- Definir cómo se compensará la diferencia de valor si existe.
- Contar con asesoría profesional desde el inicio (escribano, corredor, tasador).
En un entorno que exige flexibilidad, la permuta se posiciona como una solución creativa para cambiar de casa o departamento sin depender exclusivamente del financiamiento tradicional. Los protagonistas del mercado lo saben: no se trata solo de vender, sino de intercambiar con sentido y estrategia.
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Descargo de responsabilidad: Este artículo tiene fines informativos y de divulgación general. No constituye asesoramiento financiero, jurídico ni recomendación de inversión. InmoUP y sus colaboradores no son agentes inmobiliarios, asesores financieros ni representantes de entidades bancarias. Se recomienda verificar siempre la información con fuentes oficiales y profesionales matriculados antes de tomar decisiones comerciales o contractuales.